caracol hablaba con expresión tierna.
El paisaje era muy acogedor. A pesar de que todo estaba cambiado de escala no resultaba desconcertante. Por un lado, una piedra enorme, algo no tan extraño si no fuera porque a su lado había otra exactamente igual, idéntica, pero tan pequeñita como un botón de los del babi del cole de Lisecla. Por otro, una flor grande, otra más pequeña por allí. Cualquiera diría que los pequeños imitaban a los mayores con total exactitud. Y lo mejor, no parecía importarles ni a unos ni a otros. El resultado no parecía malo, la verdad.
La chiquilla subió, se acomodó como pudo, no es muy común subir a un caracol para dar una vuelta y el animalillo echó a andar, no tan lento como esperaba ella.
Donde las calabazas son de papel y los colores hacen mundos (y como cuento que es, la entrada más antigua es el principio...)
lunes, 25 de julio de 2011
viernes, 17 de junio de 2011
¿quién se come a quién?
-Aquí nos hacemos preguntas. Algunas veces damos por hecho una primera impresión y resulta que cuando te paras un poco y piensas, la cosa no está tan clara.- "Seta parecía filósofa", eso pensó Lisecla.
sábado, 12 de marzo de 2011
- La gallina Picona...
... se va comiendo todo lo malo que va entrando en el Mundo Calabaza desde el exterior. Aquí con los problemas de la gente, sean del tipo que sean, hacemos pedacillos y la gallina Picona los devora, le encantan. Y después, jajaja - la bruja se reía con risa contagiosa - salen convertidos en caca, que es como todos queremos ver el final de las cosas que nos preocupan, como algo que ya no nos importa... y, ¿a quién le importa un poco de caquilla?, jajaja. -
Seta se reía con unas carcajadas tan grandes que Lisecla casi no pudo entender lo último que había dicho, y empezó a reír y a reír. Cómo le gustaba reír así, desde la barriga.
Seta se reía con unas carcajadas tan grandes que Lisecla casi no pudo entender lo último que había dicho, y empezó a reír y a reír. Cómo le gustaba reír así, desde la barriga.
domingo, 30 de enero de 2011
y este es su costurero...
- ...como ves es normal, como el de cualquier costurera. Hilos, agujas, alfileres, en fin, todo muy común. Pero cuando ella coge una aguja, ni te imaginas lo que puede hacer. - dijo Seta.
Lisecla tenía los ojos abiertos como platos. ¡Qué gente más rara hay en este mundo! pensó. Pero le gustaban.
- Otro día,- continuó diciendo la bruja - le pediremos que nos enseñe algunos de sus vestidos, te van a encantar. Pero eso será cuando tengas más confianza con ella. Es un poco tímida. Claro, tanto mirar hacia abajo...
Lisecla tenía los ojos abiertos como platos. ¡Qué gente más rara hay en este mundo! pensó. Pero le gustaban.
- Otro día,- continuó diciendo la bruja - le pediremos que nos enseñe algunos de sus vestidos, te van a encantar. Pero eso será cuando tengas más confianza con ella. Es un poco tímida. Claro, tanto mirar hacia abajo...
sábado, 29 de enero de 2011
Seta seguía mostrándole a más gente de su mundo
-Te presento a Seda. Ella hace vestidos preciosos. Para inspirarse, reposa sus pies sobre el libro donde aparece el traje que quiere coser. La belleza que se describe en el cuento pasa a través de sus pies, por el hilo, hasta la aguja y así, el resultado es perfecto. Ya ves, la magia de los libros en unas buenas manos.-
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