La guinda del pastel

 Después de muchos días inmersa en el tema de la alimentación, que he disfrutado y de los que he aprendido, he llegado a una conclusión que puede parecer básica pero que estaría bien que aplicáramos en muchos campos de nuestras vidas, y es que HAY QUE ALIMENTARSE SIGUIENDO EL SENTIDO COMÚN.

Puede haber gente aún que no tenga ni idea, ni se planteé si está o no comiendo bien pero, en la gran mayoría hay una conciencia de dieta mediterránea y tradición que nos hace saber qué estamos haciendo bien y qué no.

Añado también que tenemos un gran enemigo contra el que hay que luchar: las grandes empresas con su capital y su publicidad manipuladora.

Es ahí donde podemos poner nuestro granito de arena los docentes, como parte de nuestra labor descapota que no acaba solo en nuestra materia, como todos sabemos.

Mitos

Continuando con la entrada anterior, me llama la atención que alimentos que antes eran lo peor por la cantidad que te hacían subir el colesterol, por lo que engordaban o porque hacían que tu tensión estuviera a punto de estallar, ahora son súper alimentos que, no sólo se recomiendan, sino que ademas no está limitado su uso.

Os doy unos ejemplos, aunque hoy sea difícil de creer hubo un tiempo en el que el AOVE o el jamón serrano estaban prohibidos en muchas dietas y ya no hace tanto, días, diría yo, los huevos o la sal eran alimentos que se debían consumir (no eliminar de la dieta) pero con mucho control.

Ahora, a poco que leas algo sobre alimentación verás que la sal no es tan mala y que los huevos, no sólo no hay que controlarlos, si no que además, puedes comerlos como fuente de nutrientes todos los días.

Para terminar, añadir que he leído recientemente varios artículos sobre los beneficios de la cafeína en el organismo, por lo que ahora, el café ( sin azúcar, eso sí), se ha convertido en un nuevo aliado de nuestra Salud.

Continuando….

 A día de hoy creo que la alimentación ha mejorado mucho respecto hace diez o quince años. Es verdad que a mi edad aún puedo decir que de pequeños nos alimentaban con producto casero, de proximidad, elaborado con técnicas tradicionales… creo que serías las siguientes generaciones las que están viviendo más de cerca la inclusión de otro tipo de alimentos “menos sanos”. 

Esto no es más que una reflexión de alguien que no entiende mucho y que aprende por el interés que le suscita el tema.

Pero pienso que casi de manera intuitiva, la sociedad cada vez está más informada y es capaz de luchar más contra una industria y una publicidad que no tiene como objetivo nuestra salud, sino su capital.

Los menús de los colegios cada vez están mejor diseñados y los padres y madres cada vez tienen más información para poder ser críticos con los que sus hijos comen fuera de casa y defender así una alimentación sana y equilibrada.

Como es mi vida activa

 

A estas alturas…

 …cuando llevas años cocinando, años alimentando a tus hijos, a ti misma, comiendo fuera de casa, en restaurantes de todo tipo, en refugios de montaña, en chiringuitos de playa, incluso alguna vez en sitios no con tanto glamour (restaurantes de cierto país de oriente con menús baratos o de cierto país de occidente con hamburguesas montadas por críos llenos de prisa que lanzan los componentes de la misma dando igual si caen en el centro del pan o directamente en la caja de cartón que las acoge como puede).

Pues eso, que después de llevar tantos años culinarios…una nunca deja de aprender y, con suerte, tampoco deja de experimentar técnicas o de incluir nuevos ingredientes en su cocina. 

Y es que descubrir cómo funcionan los alimentos y como pueden cambiar dependiendo de cómo se cocinen es una magia al alcance de todos.

Os animo a que entréis, si podéis, más a fondo en vuestras cocinas, os aseguro que puede llegar a ser muuuy divertido y en cierto modo, una forma más de repartir amor.

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Receta con pan duro